Sri Lanka impone otro confinamiento tras una nueva subida de casos de covid

El Gobierno de Sri Lanka anunció este viernes la imposición de un nuevo confinamiento nacional para detener la propagación del coronavirus, tras una petición generalizada de miembros del sistema de salud, políticos o religiosos ante un aumento repentino de contagios en la isla.

La medida anunciada hoy por el Gobierno esrilanqués entrará en vigor a partir de está noche a las 22.00 horas hasta, por lo menos, el próximo día 30, anunciaron las autoridades.

«Todos los servicios esenciales funcionarán con normalidad. Pido encarecidamente a todos los ciudadanos de Sri Lanka que se adhieran a la ley y se queden en casa», informó en un mensaje en Twitter el ministro de Salud, Keheliya Rambukwella.

Esta decisión se toma tras numerosas solicitudes hechas durante las últimas semanas por parte de los funcionarios del sistema sanitario que han pedido al Gobierno acciones para frenar el aumento de casos y la consecuente saturación de los hospitales.

Este país insular de poco más de 21 millones de habitantes vio está semana uno de sus picos más altos en la pandemia, con más de 3.500 casos y 180 muertes en un solo día.

De acuerdo con el balance del Departamento de Información del Gobierno, el número total de casos de covid-19 reportado hasta ahora es de 372.079 contagios confirmados y 6.790 muertes.

Más de la mitad del total de casos y fallecidos se han registrado en los últimos tres meses.

Esta situación se produce a pesar de que, de acuerdo con datos gubernamentales, el 100 % de la población apta ha recibido al menos una de las dosis de una vacuna anticovid, mientras que el 46 por ciento ha recibido la pauta completa.

Sin embargo, algunas personas aseguran que no han recibido ninguna dosis hasta ahora.

El país asiático ha mantenido además varias restricciones sobre la población como el cierre de escuelas, piscinas, gimnasios y un toque de queda nocturno, así como controles para los turistas.

Asimismo, se han practicado miles de detenciones de ciudadanos por parte de la policía a lo largo de estos meses como castigo al incumplimiento de las pautas de seguridad.