16
Nov
Aprendiendo a Meditar
Muchas personas están descubriendo actualmente esta maravillosa técnica milenaria que solo era entregada en monasterios y templos.
En tiempos anteriores a la llamada “Era Actual”, era de uso diario el hacer “meditaciones”. Esas meditaciones, permitían a las personas que las usaban, entrar en estados de elevación espiritual a través de momentos de quietud, con oraciones, mantras y posiciones corporales llamadas “Asanas”. El “Asana” es el nombre en sánscrito de la postura de yoga. Originalmente, “Asana” quería decir «asiento»: la postura sentada en la cual los yoguis antiguos practicaban meditación. Unido a todo lo anterior, también usaban respiraciones lentas que permitían estados profundos de introspección.
Es así, como con el transcurso de los años, los Templos Sagrados fueron abriendo sus puertas y la modernización llego a ellos.
Personas como el Dalai Lama y B. Swami Prabhupada, fundador del movimiento Hare Krisna, Mahara Ji y otros Maestros Espirituales fueron atraídos hacia estas áreas continentales para expandir sus conocimientos.
Con los procesos de modernización, la meditación fue llegando cada vez a más personas, e incluso fue saliendo de las prácticas religiosas convencionales para transformarse en lo que es actualmente, una práctica que permite manejar el estrés de forma saludable y bajar los niveles de ansiedad que podemos estar viviendo en algún momento de nuestra vida cotidiana.
Ciencias actuales como la “neurociencia” explican por qué funciona, así como también las glándulas que hacen que sucedan estos estados de relajación y quietud.
En el presente artículo, compartiré con todos, algunos conceptos encontrados y mi propia experiencia como meditadora por más de 35 años. Así como también, para que puede servirnos y para que no.
Concepto de lo que es meditación.
La meditación es una técnica que se usa para alcanzar un estado de relajación profunda a través de nuestra respiración y de tomar conciencia de nuestros pensamientos y sentimientos, lo que nos permite una mayor conexión con nosotros mismos y con nuestro interno en el momento presente. La meditación reduce los niveles de estrés y ansiedad porque mejora el bienestar mental, y te ayuda a tener la mente más calmada, permitiéndote afrontar el día de una forma más relajada. En cuanto a la estabilidad emocional, también se sienten sus beneficios, porque ayuda a aprender a mantener un estado de plena consciencia y calma. Con el tiempo, una buena práctica de meditación puede ayudarle a experimentar paz y un mayor bienestar
¿Qué se siente cuando se está meditando?
Casi todas las personas afirman sentirse en estado de calma y más relajados al realizar respiraciones profundas y aquietar el pensamiento. Esto sucede, porque cuando respiramos y nuestra mente se enfoca en el momento presente, esta se calma por sí sola y el estrés y la ansiedad se reducen.
Muchos estudios indican que meditar periódicamente, permite lograr una mayor concentración, creatividad, tranquilidad y bienestar, además de mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con otros.
¿Cuántas veces al día se medita?
Cuando estamos aprendiendo a meditar se puede empezar con 10 minutos al día, especialmente en la mañana para prepararnos mentalmente y de forma positiva para las actividades que tengamos que realizar, Con la práctica, podemos agregar 10 minutos en la tarde, de la misma forma que el tiempo que empleamos para la siesta, antes de realizar las actividades correspondientes. Esta práctica que se considera bastante saludable, permite aumentar la capacidad de atención y concentración, además de mejorar la memoria y el proceso de toma de decisiones por encontrarse la mente más descansada y más clara.
En mi caso, aprendí a meditar siendo bastante joven y ha sido para mí de enormes beneficios a lo largo de toda mi vida. Durante todo este tiempo, fui probando varias técnicas hasta encontrar la que más se adaptó a mi individualidad y ser.
Algunas recomendaciones para aprender a meditar son las siguientes.
Usar ropa cómoda y ubicar un lugar tranquilo, puede ser cerca del mar, en un balcón donde recibamos la brisa fresca o en un área del a casa que tenga la comodidad y el espacio para hacerlo. Debemos aprender a sentarnos con la columna derecha, aunque sin rigidez. Podemos colocar música suave de fondo como los Cantos Gregorianos. Y podemos empezar a respirar suavemente y de forma fluida, sintiendo el aire entrar y salir de nuestros pulmones a través de nuestro centro corazón con gratitud. Esta es la forma más sencilla de hacerlo y si le agregamos pensamientos positivos es lo ideal,
Pensamientos elevados como “Todo está bien en mi mundo” “Dios me guía y me protege donde vaya”, nos hace empezar la mañana de forma positiva,
En caso de desear hacer estudios más profundos en el área de la meditación, lo ideal es buscar un instructor en el tema que pueda llenar nuestros requerimientos y siga nuestro proceso de forma personal.
¿Para qué puede servirte meditar y para que no puede servirte?
Como es un proceso personal va a servirte para mejorar muchas áreas de tu vida, si adquieres la responsabilidad, el hábito y la disciplina para observarte y ayudarte a ti mismo a ser cada vez la mejor versión de ti.
No va servirte para cambiar a otros.
Y en caso de que tengas patologías graves de ansiedad o depresiones, lo ideal es buscar un terapista, médico o especialista que te apoye en superar lo que requieras superar.
Les recuerdo que mi columna es de tipo informativo y que no cumplen la función de sustituir terapias, ni médicos, por lo cual en caso de requerirlo le sugiero que busque ayuda especializada.