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Artesanía Margariteña de calidad para exportar

Sol Pérez

Fotos y videos. Madison Aguilar

El acabado es el secreto de un trabajo de calidad, así lo afirmó Belquina María Velásquez Boadas quien tiene más de 50 años elaborando sombreros, carteras, antifaz, manteles individuales y lámparas, entre otros, con hojas de Dátil, en su humilde hogar de Fuentidueño, municipio Díaz.

“Mi madre tejía las clinejas y un día me preguntó sí yo quería aprender porque tenía una máquina de coser. Me mostró un sombrero viejo del abuelo, me dijo fijate con eso y poco a poco hice otros sombreros. Luego inventé la hora loca margariteña y artesanía variada. Mi mamá me decía sigue inventando pendejadas para volverte loca”.

Comentó que desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche está diseñando y creando nuevos artículos solicitados por encargos, los cuales vende para casas de eventos, hoteles, posadas e inclusive en países como España, Estados Unidos, República Dominicana y Suiza, entre otros. “Hace tiempo trabajé para Fondene para incentivar el turismo, fuera del país”.

Belquina tiene 76 años de edad y fue declarada Patrimonio Cultural Viviente de Venezuela por el Ministerio de Cultura. “He recibido reconocimientos de la Fundación Yo Soy Identidad así como un homenaje en Lido Hotel. También tengo la orden Antonio Díaz, en su única clase y el Ministerio de Cultura”.

“Le enseñé este arte a mi hija mayor así como a Aleida, pero a las muchachas de ahora no les interesa está profesión ni tradición”.

Los interesados en conocer los diseños de Belquina María Velásquez Boadas, pueden buscar en instagram como @cheonoriega o por el 04123010935.

Mientras que Aleida Velásquez, una dedicada alumna de Belquina se inició hace 15 años, dijo que copia algunos modelos y lo adapta a los gustos del cliente así como al material. “La creatividad es muy importante. Tengo lámparas, vísceras, bolsos playeros, morrales, collares y sandalias”.

Señaló que los pedidos disminuyeron por la pandemia, pero aún recibe encaros por lo cual compra las brazadas de clinejas, de acuerdo al trabajo pendiente por elaborar.

“La mayoría de la gente del pueblo Fuentidueño, se dedica a elaborar las clinejas. Desde señoras mayores hasta los jóvenes. La palma del Dátil se ponen a secar y algunos las pintas, para coser los bolsos u otros artículos”.

Aleida trabajó como cajera o vendedora de las tiendas del Puerto Libre y ahora dedica su tiempo a la artesanía. Aquellas personas que quieran encargar sus productos, pueden comunicarse por el 04165951301.