Adultos mayores luchan por sobrevivir en tiempos de pandemia

La pensión cubre menos del 1% de la canasta básica, por lo que los ancianos tienen que salir a trabajar para poder comer. Muchos no pueden costear los gastos médicos que en promedio triplica el ingreso por la asignación gubernamental.

Según indicó el director de Convite, Francisco Cabezas, la situación de desprotección, la pensión equivale menos de un dólar, «en un país donde la canasta de sobrevivencia puede estar rondando por 90 dólares. No es la canasta alimentaria normativa».

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Los ancianos han tenido que ir a la economía informal a esto hay que sumarle el poco apoyo familiar producto de la migración. “Mucha gente se ha marchado. Cerca de cinco millones. Uno de ellos enviaba remesas”.

PANDEMIA PARA RATO

Para el entrevistado, esta situación se agravó con la pandemia, «que afectó la economía de esos países».

Frente a ello la alternativa que tienen los ancianos es salir a un oficio vender café, o algún tipo de producto, planchar ropa, cuidar niños, o pedir en la calle.

Explica que es frecuente ver a las personas a las salidas de las ferias de hortalizas, que “no son indigentes, por la forma en que visten están aseados, andan limpios pero están pidiendo. La situación los ha llevado a pedir”, dice Cabezas.

Afirma que las personas mayores tienen energía, “están obligados por las condiciones a sacar energía de donde no las tienen” para subsistir.

La responsabilidad de enfrentar el problema es del Estado, por mandato constitucional, las personas adulto mayores tienen derecho a una pensión digna, pero “mientras no se resuelvan las causas estructurales que generan la hiperinflación” la asignación del gobierno no tendrá ningún efecto.

“Hace ocho años, la pensión cubría el 96% de la canasta alimentaria normativa. Ahora no llega ni al 1%”, dijo Cabezas.

PROGRAMA HUMANITARIO

Afirmó que se necesitan implementar programas de socorro y de ayuda humanitaria de transferencia directa monetaria a las personas adulto-mayores (ancianos). “Deberían estar recibiendo y más con la cuarentena radical”.

En una época donde se le recomienda a la gente quedarse en casa, “cómo decirle a un anciano eso, que tiene nada qué comer, que no salga de su casa. Para muchas personas, su medio de vida es la calle”. Esas personas no pueden agarrar una moto a hacer «delivery».

Señaló que Estado tiene una responsabilidad de no dejarlos morir “de brindarles asistencia alimentaria, médica, porque son ciudadanos que hasta el último momento de su vida, deben ser atendidas por el Estado. No es posible que ellos estén pagando las consecuencias de las malas decisiones”.

En ese contexto se tiene que en Venezuela mucha gente se rebusca, pero los adultos mayores, aunque muchos lo están haciendo a través de oficios informales. Otros no pueden porque estamos hablando de personas de 90 años. No puedes pedir a una persona de 95 años que se monte en la ola de los emprendimientos.

PROPUESTA

Cabezas propone una asistencia a los ancianos del país, de otorgar un bono mensual, mientras dure la pandemia de 50 dólares mensuales, al menos pueden cubrir una porción importante de requerimiento proteico.

“Los adultos mayores abandonaron las proteínas, a la única que tenían acceso era a los huevos, un cartón cuesta tres veces la pensión.  Se debe otorgar una ayuda humanitaria a las personas pensionadas o no, porque no todas las personas tienen cobertura. Aún falta por incorporar 700 mil adultos mayores al sistema de pensiones”, señaló.

DATOS

La mayoría de las personas mayores son hipertensas, diabéticos o ambas, en el supuesto que tenga son uno de ellos. En las farmacias populares, el tratamiento supera la pensión, por lo que han tenido que dejar sus tratamientos y apelan a la medicina tradicional.