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Adelanto electoral en Madrid desata enredo legal y guerra en la derecha

La región de Madrid, escaparate de la política española, está pendiente de la justicia para saber si habrá adelanto electoral el 4 de mayo y ver cómo se resuelve la recién desatada guerra entre las derechas, reseña AFP.

En medio de una pandemia que suma más de 71.000 muertos y sigue causando estragos sanitarios y económicos, los partidos andan enzarzados en esta pelea que reconfigurará la correlación de fuerzas entre las derechas (Partido Popular, Ciudadanos y Vox), y que podría impactar en la política de alianzas del presidente socialista Pedro Sánchez, al frente de un gobierno minoritario en coalición con la izquierda radical de Podemos.

¿HABRÁ COMICIOS O MOCIÓN DE CENSURA?

El nuevo culebrón arrancó el miércoles, cuando la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, del conservador Partido Popular (PP), anunció la disolución de la cámara regional y la celebración de comicios el 4 de mayo.

Lo hizo, según sostiene, para evitar una posible moción de censura de su socio junior de gobierno, los liberales de Ciudadanos, que horas antes rompieron su coalición con el PP en otra región del país, Murcia, y promovieron allí una moción de la mano de los socialistas.

El problema es que, minutos después de firmar el decreto de disolución de la cámara regional, Díaz Ayuso se encontró con sendas mociones de censura presentadas por la oposición de izquierda.

El quid jurídico está en si la disolución fue efectiva en el mismo momento de la firma del decreto, lo que desactivaría las mociones, o en el momento de la publicación oficial, horas más tarde. En el primer caso habría comicios, y en el segundo, se votarían las mociones de censura.

La cuestión será dirimida por un alto tribunal de la capital, que de aquí al martes deberá responder a un recurso del órgano rector del parlamento regional, presentado este viernes, y aceptar o denegar la suspensión cautelarísima que éste ha solicitado de la disolución de la cámara.

Sin esperar a esa decisión judicial, Díaz Ayuso se ha lanzado ya en campaña, presentándose como la alternativa entre “socialismo o libertad”, y proclamando que aspira a lograr la mayoría absoluta que no logró en los comicios de 2019 para “gobernar sola”.

REORGANIZACIÓN EN LA DERECHA

La crisis amenaza el entendimiento de las derechas, que en el ayuntamiento de Madrid y en cuatro regiones (Andalucía, Murcia, Castilla y León y Madrid) han sumado fuerzas para evitar gobiernos de izquierdas, y a nivel nacional se necesitan también para expulsar algún día del poder a Sánchez y a Podemos.

Ciudadanos, que desde hace años ha pactado alternativamente con PP y PSOE, llega debilitado a la batalla, tras una serie de reveses electorales continuos desde 2019, cuando pasó de 57 a sólo 10 diputados en la cámara baja nacional.

El PP no oculta su ambición de fagocitar a Ciudadanos, una tarea a la que se suma la extrema derecha de Vox, crecida por su buen resultado en las elecciones regionales catalanas de febrero, donde obtuvo más diputados que PP y Cs juntos.

“Estaremos dispuestos al pacto con el PP”, dijo este viernes el líder de Vox, Santiago Abascal, quien acusó a Ciudadanos de “traición” por lo ocurrido en Murcia, y en caso de comicios en Madrid quiere borrar del mapa a los liberales y competir por la hegemonía de la derecha a solas con los ‘populares’.

Si Vox avanza, la siguiente cuestión está en ver si el PP mantiene su discurso de distanciación respecto a la extrema derecha, una estrategia adoptada en los últimos meses tras el aluvión de críticas desde la izquierda y la prensa por su anterior complicidad con los de Abascal.

SÁNCHEZ, ENTRE PODEMOS Y CIUDADANOS

Antonio Barroso, analista de Teneo, cree “improbable que estos acontecimientos impacten significativamente” en la estabilidad a corto plazo del ejecutivo de coalición entre PSOE y Podemos, minoritario en el Parlamento y necesitado en cada ocasión de pactos para sacar adelante sus iniciativas.

No obstante, Sánchez sí tendrá que cuidarse de los celos de su socio de gobierno, que nunca ha visto con buenos ojos los acercamientos a Ciudadanos, por temor a que eso diluya sus propuestas más radicales en cuestiones como fiscalidad, vivienda o feminismo.

Barroso comenta así que será interesante vigilar si Sánchez aprovecha para “promover una mayor cooperación con Ciudadanos, lo cual podría reavivar las tensiones en la coalición de gobierno”.