Venezolana asesinada en Bélgica: revelan oscuros antecedentes de violencia que rodeaban a su pareja
12
Dic
Una tragedia conmueve a la comunidad venezolana en Europa. La joven Betshy Vásquez, de 29 años, fue víctima de feminicidio en Bélgica, tras reiterados episodios de violencia doméstica.
El presunto responsable, identificado como Juan Bautista Lucena, de 42 años, también venezolano, mantenía un historial de agresiones. Autoridades belgas investigan el caso mientras familiares exigen justicia inmediata.
Feminicidio en Bélgica: un caso que alerta sobre la violencia doméstica
Meses antes del crimen, Vásquez había solicitado una orden de alejamiento contra Lucena. Sin embargo, el ataque ocurrió en Amberes, dejando consternada a la comunidad migrante.
La relación terminó en agosto, luego de una agresión grave. Betshy denunció formalmente y obtuvo protección legal, pero la violencia doméstica persistió hasta el desenlace fatal. feminicidio en Bélgica
Tras el asesinato, Lucena intentó quitarse la vida. Actualmente permanece bajo custodia policial en cuidados intensivos, mientras la investigación avanza con fuerte presión mediática internacional.
La niña de seis años, hija de ambos, quedó bajo el cuidado de la abuela materna. La familia solicita apoyo para enfrentar la difícil situación en Bélgica.
El feminicidio en Bélgica expone la urgencia de reforzar medidas de protección para víctimas. Organizaciones sociales insisten en políticas más efectivas contra la violencia doméstica transnacional.
La comunidad venezolana en Europa se moviliza con campañas de solidaridad. El caso de Betshy Vásquez se convierte en símbolo de resistencia frente a la violencia doméstica.
La historia refleja cómo la violencia doméstica trasciende fronteras y exige respuestas contundentes. La memoria de Betshy impulsa un llamado global por justicia y protección efectiva.
La comunidad venezolana en Bélgica enfrenta un dolor profundo tras el feminicidio en Bélgica de Betshy Vásquez. Su historia refleja la urgencia de medidas efectivas contra la violencia doméstica, que continúa afectando a miles de mujeres migrantes en distintos países.
Familiares y organizaciones sociales claman justicia, mientras la memoria de Betshy se convierte en símbolo de resistencia. El feminicidio en Bélgica deja una huella imborrable y exige respuestas contundentes, recordando que la protección de las víctimas debe ser prioridad global para evitar tragedias similares en el futuro cercano.
