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Resultados del 21-N impactarán en la política nacional por su relación con negociaciones en México
15
Oct
- Eglée González-Lobato, jurista experta en temas electorales analiza los distintos escenarios
“Los resultados de las elecciones regionales impactarán en los distintos escenarios de la política nacional que se nos presentarán después del 21 de noviembre por la estrecha relación que tiene esta elección con el proceso de negociación en México por Venezuela”, aseguró la experta electoral Eglée González-Lobato, en declaraciones ofrecidas para El Universal.
“Desde esta premisa se comprende la importancia de unas elecciones donde se van a elegir gobernadores, alcaldes, concejales y diputados regionales, para que se realicen todos los esfuerzos nacionales e internacionales destinados a lograr condiciones electorales que garanticen, para este proceso y los venideros, unas elecciones justas, transparentes y confiables”, agregó la ex consultora jurídica, directora de la Cátedra Libre Democracia y Elecciones UCV y del Proyecto Mujeres 2030.
Tras destacar las condiciones electorales que, según subraya, “son por excelencia el factor bisagra entre ambos procesos” (electoral y negociaciones), González-Lobato señala la necesidad de generar un debate sobre los escenarios políticos previos a las elecciones, porque “sin duda dependerá de la capacidad de adaptabilidad de las fuerzas oficialistas u opositoras a las demandas de la sociedad”
LOS ESCENARIOS
La experta distingue tres escenarios posibles, considerando los objetivos de las partes y su nivel de compromiso en la negociación en México, las alianzas electorales y la estrategia de los partidos políticos en torno a la capacidad de movilizar a los electores el día de las elecciones en los diferentes estados del país.
En el primero, menciona el pudiera plantearse como el fracaso de la vía electoral que estima “catastrófico” para la recuperación de la democracia en el país y, que –agrega- “sería producto de la incapacidad, tanto del oficialismo como de la oposición, para movilizar a los electores el día de las elecciones”, y que daría una victoria al oficialismo del 100%.
“Cabría preguntarse en este caso si los efectos lograrían implosionar la negociación en México por Venezuela, ya que una victoria de Nicolás Maduro podría aventajarlo para exigir levantar sanciones y frenar la Corte Penal Internacional”, agrega.
En el segundo escenario considera que se plantearía un “conflicto continuado con edulcorantes a través de acuerdos parciales. Estatus quo del ambiente político”, en el cual se produciría la fragmentación y dispersión de las fuerzas contrarias al oficialismo, al no lograrse los consensos necesarios para candidaturas únicas, como consecuencia de las rivalidades entre ellas, según argumenta.
En un tercer escenario ubica la hipotética “convivencia política óptima” de las fuerzas opositoras, donde ellas entenderían que hay una gama de combinaciones y logra alianzas electorales con candidatos únicos fuertes, ganando entre 5 y 10 gobernaciones y entre 40 y 80 Alcaldías con una participación que oscile en 50%”.
En consecuencia, estima: “Se produciría una apertura política al incorporarse nuevas fuerzas a través de los procesos electorales, y se cumplirían los compromisos acordados en las reglas de juego político electoral”.
EL PANORAMA DESEADO
La doctora, Ph.D, González-Lobato, llega a la conclusión de que “el panorama deseado es el de la convivencia política, pero parece que estamos lejos de lograrlo. Sin embargo, los esfuerzos son para que las partes que se sientan en México trabajen sobre una agenda con puntos integrales de sucesión de actos relacionados entre sí, que culminan con la posibilidad de un cronograma con unas elecciones libres, justas y competitivas que garantice la alternabilidad y a su vez represente una hoja de ruta hacia la democratización”.
Desde esta perspectiva, señala finalmente, “la elección regional y local es una de esas piezas que forman parte de una figura, pero que en sí misma, o aislada no logra el impacto deseado. La negociación por Venezuela en México representa una oportunidad para que la comunidad internacional, presione para el cumplimiento de compromisos creíbles que garanticen la efectividad de salidas diplomáticas a la crisis y la resolución de los conflictos por los propios venezolanos a través de procesos electorales”.